Leyenda de Annie Palmer

La Leyenda de Annie Palmer

Rose Hall es una de las mansiones mas famosas en Jamaica ubicada en lo alto de una colina en St James Montego Bay con una vista impresionante hacia el Mar Caribe.
 
Construida alrededor del año 1770 con un estilo Georgiano Jamaiquino, fue la casa principal de una plantación de caña de azúcar donde trabajaban en aquella época centenares de esclavos en condiciones extremadamente duras.
 
Cuenta la leyenda que Annie Palmer, una jovencita de padres alemanes e irlandeses criada por su nana haitiana, sacerdotisa de budu (magia negra) después que sus padres murieran de fiebre amarilla (muy común en esa época), y al cumplir 18 años, se muda a Jamaica en busca de fama y fortuna.
 
Allí conoce a John Palmer, dueño y señor de Rose Hall con quien contrae matrimonio. Annie muy conocida por el uso de magia negra, rápidamente se aburrió de su marido y utilizando sus conocimientos maléficos puso veneno a su café y muere.
 
La muerte de John Palmer fue achacada a la fiebre amarilla y no se investigó nada.
 
Rápidamente Annie se convierte en la dueña absoluta de las plantaciones, la mansión y de los esclavos, a los cuales maltrataba y torturaba a su antojo solo por el placer de ver la sangre, eso sin contar sus deseos carnales de llevarlos a su alcoba cada vez que quisiera.
 
Pronto Annie consigue su Segundo marido el cual también asesinó
apuñalándolo y virtiendole aceite caliente en los oídos para asegurarse que estuviera bien muerto.
 
Un tercer hombre llega a la vida, de la ya conocida en la isla como la Bruja Blanca. A este lo estranguló con la ayuda de Takoo su esclavo y amante favorito.
 
Todos fueron enterrados bajo unas palmeras cerca de la mansión. Les contaba a sus amistades que murieron de fiebre amarilla por lo que ella cerraba las habitaciones y tomaba otra habitación para cada nuevo marido.
 
Takoo tenia una sobrina a la quería mucho y Annie en un ataque de celos la asesinó desatando la ira del esclavo que en una sublevación entra en la mansión y estrangula a Annie terminado así con su vida.
 
Los esclavos queman la mansion y destruyen todas las fotos de Annie. La llevan al patio y la entierran en una tumba donde marcan con solo 3 cruces dejando un lado abierto para que en caso de que el espíritu estuviera vagando pudiera regresar al sepulcro.
 
En la isla todavía se cree que de vez en cuando el alma maligna de Annie anda vagando por la mansión.

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